Como muchas saben mi mayor labor en este camino que transito es para aquellas mamás, que, como me sucedió en carne propia, atravesamos la difícil tarea de buscar el esplendor de la vida a pesar del duelo.
Hace unos años atrás que persigo el propósito de ser luz en este sendero
y al cual me aboco la mayor parte de mis horas.
En esta ocasión estoy fundida en la tarea de escribir un libro que nos
conecte y pueda ser de antorcha para la oscuridad en la que nos sumergimos indefectiblemente
cuando nos tocó enfrentar ese destino.
Cuando todo comenzó mi gran cuestionamiento personal fue ¿cómo desde mi
lugar y habiendo padecido este derrumbe podré aportar a otras mamás ayuda
genuina.?
Entonces una tarde, una cita del Talmud trajo respuesta. Podía hacerlo
si estaba dispuesta y comprometida con esta misión.
Rompo así una más de las afirmaciones falsas que la nueva era pregona
bajo la premisa de:
- “No se puede dar lo que no se tiene”
Cuan equivocadas encuentro estas palabras.
Me basta con recordarles por ejemplo a grandes estrellas de televisión,
teatro y cine que nos hicieron reír y brindaron ternura y alegría con sus obras
a pesar que en sus vidas personales fueron presos de depresiones profundas,
incluso a tal extremo que alguno también tomo el camino del suicidio como
consecuencia de este doloroso padecimiento.
Y como cara opuesta de la moneda que maravilloso fue su entrega al
prójimo.
Sé con absoluta certeza que “Dar” es la esencia misma de nuestra alma,
la cual es todo y contiene todo.
Que no te engañen.
“Siempre damos lo que tenemos y somos.”
Para cerrar este escrito compartiré con ustedes la cita que me permitió
hacer lo que amo; yo le llamo “humana-puente para mamás en duelo”. Si te hace
falta una explicación más, quizás te alcance saber que me resultó simple cuando
tomé mi propio dolor y quise ofrecerlo al servicio.
“Si no soy yo, quién
Si no es ahora, cuándo”.
Talmud